Una cantante de ópera que vive en el cuerpo correcto: Morganna Love

10/12/2017 - 12:04 am

La historia de esta artista tiene por un lado el rechazo de su propia familia y por el otro la aceptación de un médico tailandés que la cambió de sexo, un hecho que se cuenta en el filme de Flavio Florencio, Made in Bangkok. Ahora es el turno del libro: En el cuerpo correcto, editado por Grijalbo.

Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).- Morganna Love es un mar de simpatía. Anda con su cuerpo correcto, es decir, el de una mujer, luego de haber dejado de ser Saúl, de haber viajado a Bangkok para operarse y de comenzar a ser la que siempre fue, una dama metida en una identidad de hombre.

En el cuerpo correcto (Grijalbo) es un libro actual y necesario para aproximarse a los temas de identidad sexual, de género y de discriminación que, sin duda, marcará un antes y un después en el juicio de los lectores.

“Este libro debería ser obligatorio por muchas razones. La primera y más sencilla porque es sumamente entretenido y a cualquier niña o niño, joven o adulto nos puede atrapar desde la primera página. Yo, por ejemplo, no pude soltarlo, ni siquiera la vez que lo releí completamente. Sí, la segunda vez que lo leí. Porque al inicio sólo me dejé llevar por la historia narrada en primera persona, interesantísima… como si me la estuviera contando Morganna de frente, ahí en mi cabina de radio, las dos solas… pero con millones de testigos oyentes”, dice Fernanda Tapia en el prólogo.

“A la gente le gusta que se la pongas fácil:

—Y tú, ¿qué eres?

—¿Cómo que “qué soy”? Soy una persona, ¿no estás viendo?

—Sí, ya sé, pero ¿qué eres?

—Pues un ser humano, una terrícola, un ejemplar de Homo sapiens.

No es suficiente. La gente quiere que le digas “soy hombre” o “soy mujer” para darse por satisfecha, y si una responde cualquier otra cosa —“lesbiana”, “trans”, “gay”, “homosexual”, “travesti”, “pansexual”—, se sorprende o, peor, se ofende.

En los formularios para solicitar una tarjeta de crédito nunca hay suficientes opciones. Por ejemplo: “Llene las siguientes casillas: ‘Masculino’, ‘Femenino’, ‘Mitad y mitad’, ‘Ninguna de las anteriores’”. En todos sólo ponen dos casillas, y si yo no me identifico con ninguna, es mi problema, no del banco”.

Una mezzosoprano exquisita. Foto: Secretaría de Cultura

Así empieza el libro de esta cantante mezzosoprano, protagonista también del documental Made in Bangkok.

–¿Qué es tu libro?

–Mi libro, En el cuerpo correcto, narra un punto de vista muy humano, que es el mío. No me gusta dar teorías, pero hay datos y entre ellos que México es el segundo país con más muertes de personas como yo, pero no quería meterme en un lado morboso. Es mi historia desde los cuatro años, narrando la vida del pequeño Saúl, por todo lo que pasé, por la falta de información que tenía, tanto mi familia como yo. Se llama En el cuerpo correcto, porque yo nací en dicho cuerpo, para vivir todas las experiencias que he vivido y para conocer a todas las personas que conocí, si no hubiera pasado por todas las circunstancia que pasé.

Busco poner el tema en la mesa y para sensibilizar, dice Morganna Love. Foto: Grijalbo

–Hoy vemos como a chicos se les cambia pronto de sexo y cada vez más los seres humanos entendemos la circunstancia trans. ¿Cómo es tu caso?

–Bueno, mi caso es de hace 30 años. No pasaba nada de lo que transcurre ahora. No había información, había lo necesario para comer y para salir adelante. Ahora es muy diferente, conozco a muchos papás que han apoyado a sus hijos, sobre todo los están escuchando, los llevan con especialistas, sí han cambiado las cosas, lo que me da mucha esperanza. Yo no debía hablar de nada de eso en mi casa.

–Bueno, mirándote uno se da cuenta de que tú naciste mujer, pero otros trans no tuvieron la misma fortuna, ¿cómo es el tema?

–Bueno, creo que ese no debería ni ser un tema. La persona no es por cómo se ve, mucha gente me ha dicho que ni siquiera lo tendría que decir y yo creo que sí, por todas esas personas que son juzgadas ­­­­­­­­­y que no debería pasar. Todos somos seres humanos y eso es lo único que nos une, el hecho de que todos somos alma.

–¿Cuándo empezaste a ver tu condición?

–Desde los cuatro años, no tenía relación entre mi cerebro y mis genitales. Siempre tuve problemas con mis genitales, me sentía muy incómoda, triste, angustiado, no sabía qué pasaba con mi cuerpo. Para mí mi cuerpo no era fuente de placer, ahora todo lo contrario.

–¿En qué momento decidiste hacer algo?

–Recién a los 28 años. Después de toda la represión, de toda la tristeza, de no poder decirlo a nadie porque ni siquiera yo sabía qué era, qué estaba pasando conmigo, entonces, cuando descubrí la palabra, el concepto, cuando descubrí lo que tenía que hacer para cambiar. La diferencia entre un gay y un trans es que un hombre homosexual es un hombre, se disfruta hombre, está a pleno y a gusto con su cuerpo. Las mujeres transexuales, como en mi casa, nacemos biológicamente hombres pero nuestro sentir hacia nuestro propio cuerpo es femenino.

Su carrera artística es testimonio de su lucha vital. Foto: Secretaría de Cultura

–Es importante decir que la Ciudad de México ha avanzado mucho con reglas que benefician a los transexuales

–Sí, la verdad es que la Ciudad de México está a la vanguardia. Lamentablemente esto me hace pensar que hay que hacer muchas leyes porque hay una necesidad de proteger al colectivo. En Tailandia no hay leyes, porque la sociedad no agrede a las personas trans. En México hasta que no cambiemos la cabeza y aprendamos a respetar al otro, tendremos que seguir haciendo leyes.

–Tanto en Tailandia como en México, ¿los documentos son los adecuados?

–Son los adecuados, tardé siete años en cambiar mi identidad. Primero no tenía dinero, costaba 50 mil pesos hacer el trámite; nadie nos da trabajo, aunque ahora hay empresas que están abriéndose a los trans, total que con la nueva ley de identidad sexo-genérica, que entró en vigor en 2015, el trámite es facilísimo y nos aliviana mucho las cosas. En cuando a protección, tenemos muchas cuentas pendientes, porque los asesinatos de las personas trans se recrudecieron, son cada vez más violentos, mataron a muchas personas, entre ellas a dos de mis amigas y no hay culpables. No se aplica la ley, pero ya saben quién es y no se lo acusa.

–¿Qué buscas con el libro?

–Busco poner el tema en la mesa y para sensibilizar. Creo fervientemente que la sociedad no puede cambiar si no tiene educación. Para que una sociedad cambie tenemos que transformar primero la forma que percibimos a las personas. Creo que este libro es un llamado a la gente que queremos seguir nuestros sueños y que queremos respetar y ser respetados. Es un libro hacia los padres de familia que no saben si les va a tocar vivir una experiencia como esta, hacia las personas de la sociedad en general y también para los chicos que se sientan diferentes. También habla de lo que significa ser mujer en un país como México, de lo cansado y agotador que significa ser mujer en este país.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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